Fritura sin miedo
Pierde el miedo a las frituras y encontrarás el sabor y la textura que te faltaba. Entendiendo unas simples reglas puedes crear comidas tostadas y crujientes que toda la familia disfrutará.
Marcas y modelos
Hay varias marcas y modelos de freidoras disponibles para los consumidores hoy en día. Algunas vienen con canastas removibles, mientras que otras están equipadas con cucharas ranuradas especiales para sacar la comida. Los modelos más caros vienen equipados con cubiertas forradas de filtro que se cierran cuando la comida se está cocinando para eliminar los olores y aumentar la salinidad. Muchos modelos vienen con perillas de control para ajustar la temperatura del aceite. Antes de comprar una freidora, investiga y elige una que se ajuste a tus necesidades.
Seguridad
Como con todos los aparatos, lee las instrucciones del fabricante antes de usar una freidora. Como la temperatura del aceite alcanzará los 350°F o más, es importante operar la freidora con extremo cuidado.
Empanado y rebozado
El empanado y el rebozado tienen un doble propósito. Primero, recubren la comida, protegiéndola de la absorción de aceite. La segunda e igualmente importante función es añadir más sabor a los alimentos que están rebozando.
Usando la freidora de forma segura, con aceite limpio y rebozados sabrosos, se añadirá a tu disfrute de la comida y la cocina.
Todo se trata del aceite
El secreto de la deliciosa comida frita es cocinarla en aceite que ha sido calentado a la temperatura adecuada. La temperatura ideal para freír es entre 350 y 375°F
Si los alimentos se colocan en la freidora antes de que el aceite haya alcanzado la temperatura correcta, el aceite penetrará en la masa o el empanado y se empapará en los alimentos. El resultado final será una comida empapada y grasienta.
Si el aceite está demasiado caliente, comenzará a humear. Esto se conoce como el punto de humo, el punto en el que el aceite comienza a descomponerse e imparte sabores no deseados a los alimentos que se están cocinando.
Utiliza aceite de canola u otros aceites vegetales. Estos aceites tienen un punto de humo más alto que los aceites derivados de grasas animales.
El agua y la sal son los enemigos del aceite. Cuando se introducen en el aceite caliente hacen que se descomponga más rápido y que salpique. Sacude el exceso de masa y rebozado antes de probarlo. Estas migajas sueltas contaminarán rápidamente el aceite.
Cuanto más tiempo se caliente el aceite, más rápido se descompondrá; por lo tanto, cocina en tandas seguidas siempre que sea posible y apaga la freidora inmediatamente después de la cocción. Cuela el aceite enfriado después de cada uso. Cúbrale y guárdalo adecuadamente. Cuanto más limpio esté el aceite, podrás usarlo más veces.